sábado, 16 de agosto de 2008

El Doctor Botarate responde.


Sergio de Buenos Aires:

Doctor:

Tengo una cita a ciegas con una señorita que conocí chateando y quiero dejar una buena impresión, una buena imagen. La pregunta concreta es: ¿Cómo puedo disimular mi calvicie, mis seis dedos de la mano derecha y mi ojo izquierdo que es más pequeño que el derecho?

Usted es el único que me puede ayudar.

Muchas gracias, Sergio.


Bueno querido amigo, para empezar, tener un ojo más chico que el otro, no es una deformidad taaaan espantosa como una joroba en signo de pregunta o una papada de cabeza de pulpo desinflado que tapa todo el cuello. Sin embargo se puede disimular fácilmente con un monóculo bien incrustado en el ojo pequeño para que aumente su talla.

O sino, puede asistir a la cita chupando un limón, con el pretexto de estar haciendo un tratamiento. Cada tanto, por supuesto, péguele una chupada para que no sospeche, e inclusive guiñe completamente el ojo más chico para expresar toda la acidez de la fruta.

Ahora, yo creo que no debería esconder sus seis dedos, sino todo lo contrario: debería exhibirlos deliberadamente y con vanidad. Trate de convertir esta increíble injusticia de la madre natura, en una ventaja, en una virtud.

Colóquese un cigarrillo encendido entre dedo y dedo, y pite cada uno de ellos volviéndose loco de placer, como si fumar fuera más placentero que el sexo y dígale a su acompañante que todos los días le agradece a Dios la bendición de los seis dedos, o con una voz sensual dígale al oído: “No hay nada más placentero que te rasquen con seis dedos”.

Sáquele el jugo a ese apéndice inútil que cuela ahí.

Y por último, amigo, le voy a advertir que sería un grave error ocultar la calvicie. Sería como intentar ocultar la sensualidad, la gracia, la inteligencia.

Expóngala con orgullo, no todos los hombres tienen este privilegio y se rapan la bocha para obtener con trabajo duro lo que para usted es algo normal. Llévela con autoridad, deje que la grasitud de su frente la haga brillar.

Y bueno… lo dejo a usted y a todos mis amigos convocados en este espacio porque también debo asistir a una cita a ciegas y todavía no me planché la minifalda.

Dr. Botarate.

1 comentario:

Antonio Moreno dijo...

Olee el doctor, es como los que dicen: paracetamol y mucha agua... jaja que buen tipo, bueno que sigo con mi visita por este blog.