sábado, 4 de julio de 2009

Cadenas de mails

“Esta foto que estás viendo es una imagen milagrosa. Si la reenvías a 50 contactos, en algún momento de tu vida tendrás 40 minutos de buena suerte. Pero si cortas la cadena, te saldrá un grano eterno en la punta de la nariz.”

Infinidades de mensajes como éste llegan a mi casilla de correo todos los días. Pero este tipo de mails no pasean por la red debido a su genialidad o simpatía, sino porque pronuncian, en sus últimas líneas, una especie de maldición (encubierta o explícita) que afectaría a la persona que corte la cadena.

Lo lamentable del asunto es que el receptor del mail lo reenvía por las dudas. Piensa: “A ver si es verdad y termino sufriendo esta calamidad. Mejor lo reenvío; si no me cuesta nada”. Entonces lo manda sólo para salvar su pellejo de la supuesta maldición con que fue amenazado.

En cierta medida, este comportamiento (que yo no apruebo) está justificado por ser el comportamiento que mantuvo el hombre a lo largo de de su historia.

Así como durante siglos el hombre “civilizado” creyó que la tierra era plana, hasta que llegó Colon y les demostró que era redonda, el hombre moderno tiene derecho a pensar cualquier disparate en relación a las cadenas de mails hasta que aparezca un nerd con anteojos y cara de genio a decirnos que si cotamos las cadenas de mails “no pasa nada”.

Es lamentable pero la mente funciona así.

Espero que mi reflexión les haya sido de utilidad. De ser así, compartan con otras personas este post.

No quiero presionarlos, pero si no lo hacen les saldrá una hemorroide del tamaño de una canasta.

1 comentario:

memo mena dijo...

Cierto, esto en Mexìco tiene bastante historia, pues antaño , ya te venìan debajo de tu puerta, las famosas cadenas.
Desde el que perdiò al hijo, hasta el que ganò millones.
En fin yo te mando mi comentario, no vaya a ser que por no contestarte, la famosa hiperhemorroide se manifieste en salva sea la parte.