Roquefeler es un pueblo tan pobre que sus habitantes sobreviven gracias a las donaciones de las ratas. Así de desesperante es la situación de los vecinos de este pequeñísimo pueblo situado a 1779Km de Pequín cruzando el océano pacífico.

Sin embargo, los pobladores de Roquefeler se resisten a vivir de la caridad y les brindan, a cambio, un servicio sumamente importante para su salud, creándose así una relación simbiótica: las personas extraen los piojos de las ratas, y ellas se los obsequian como alimento. Todos ganan.
El único ser vivo que pierde es el piojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario