10 maneras de mandar a tu padre al geriátrico.

Muchas personas dicen que la vejez es el cóctel de recepción de la muerte. Esa es una visión extremadamente negativa y pesimista. La vejez se debe ver como una etapa de relax y despreocupación. La persona se distiende como nunca antes en su vida. Ni siquiera hace el esfuerzo que en la juventud hacía para limpiarse ella misma el trasero.

Otro beneficio invaluable es poder ir al geriátrico. Esta noble institución es una mezcla perfectamente balanceada de enfermería, spa, prostíbulo y sala de torturas. Despierta todas las emociones.

Sin embargo hay hijos que no saben cómo informarles a sus padres que ha llegado el momento de ir al geriátrico. Para ellos, Pirucho y su peluca de virulana les ofrece esta guía.

10 maneras de decirle a tu padre que debe ir al geriátrico:

1) ¿Te acordas lo que nos gustó aquella película de zombis? Te voy a enviar a un lugar que te va a volver loco!

2) ¿No te cansaste de que te cambiemos los pañales siempre las mismas personas?

3) ¡Alegrate viejo! ¡Vas a tener sexo la sin necesidad de usar condón!

4) No me hagas esas escenas papá. Agradecé a dios de que no había vacante en el manicomio!

5) No sabes! Los fines de semana hacen esgrima con bastones y juegan carreras en sillas de ruedas!

6) ¿Qué preferís: que te atiendan desconocidos o que durante la mayor parte del día te ignore tu propia familia?

7) Viejo: ir al geriátrico es como volver a la juventud. Pero sin ánimo, ni libertad... ni juventud.

8) Vas a estar en en un ambiente más informal. Podrás estar en pijama, en pantuflas, despeinado... ni siquiera tendrás que tener colocadas las prótesis dentales.

9) Vamos a estar un poco alejados, pero te van a dar una pastillita azul que reemplazará todo el cariño que te podamos llegar a dar!

10) No sabes la dopamina que segrega el cuerpo al estar sentado en una mecedora, tapado con una manta!


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